domingo, 18 de mayo de 2008

Abatimiento colectivo?

Mediodía ya pasado de domingo, de mediados de un mayo caluroso, casi estival.
Nublado.
Un saxo, marco musical para esta esquina de Belgrano, intenta acallar mis pensamientos.
Malena, suena con el desgano de unas manos inapetentes y de una exhalación como si fuera la última.
Y esta Malena me recuerda, a mi María Elena sonriente, vital, lejana, casi intocable, aún en mi memoria.
Discapacitados motrices, y desesperanzados de espíritu, se acercan a cada uno de los que aquí estamos, para suplicar dádivas que nadie regala.
En la enjaulada feria artesanal de la plaza de Juramento y Vuelta de Obligado, (no vaya a ser que se tejan ideas alegres contagiosas que se escapen), sólo se escuchan como en letanía, quejidos rumiados, como el chicle ya sinsabor, y entre cuyas palabras se devanean el campo, el gobierno, la inflación, la antojadiza política de otros, y que sufrimos todos.
Sentada a la mesa de un bar aburrido, y al resguardo de un sol intermitente que se cuela entre nubes y árboles citadinos, me hallo desahogando mis cuitas que no hay muchos que quieran escuchar, y menos aún interesen, en este papel fiel y buen compañero.
Sigo la corriente que me sopla el viento, sin pelear, sin discutir, con deseos envejecidos y rancios, dejando paso libre a los que me continúan en este difícil arte de vivir.
Cómo se sigue?
Así?
Acostumbrándonos a saber que no tenemos la posibilidad de borrón y cuenta nueva?
Y que si bien parecemos los robots de los jueguitos electrónicos, no podemos apagarnos y reiniciar como si nada hubiese pasado?
Y sí!!!
Para nosotros, los humabots, mezcla insólita de humanos y robots, no alienígenas pero si alienados, el game over implica el final.
Este juego irracional tiene un comienzo y también un cierre irremediable.
Por más que nos reprogramemos para adaptarnos a cada instante, la esencia no cambia y el desenlace no se reinventa.
Estoy lúgubre, melancólica, sin límites, ni fronteras, como con una tristeza apropiada para este lúgubre y nublado domingo de mediados de mayo.
Si se te ocurre algo que nos reconvierta en los humanos alegres, vitales aunque mortales, fervorosos y éticos, que alguna vez supimos ser, y con la dignidad que no debimos haber perdido, me avisás?
Espero noticias tuyas prontas.

domingo, 20 de abril de 2008

Dibujando en soledad

En prisión

Sentada a la mesa de café, en una prestigiosa librería, leyendo uno más de estos libros preciosos, me encierro en mis cavilaciones como respondiéndole al autor.
Comunicación. Que tema, que palabra, ….. un artificio?
Toda conducta es comunicación.
Qué terrible!!!!
Heme aquí en este, mi país caótico, atorado de conductas expulsivas, catárticas, donde reina la avaricia y la enfermedad del poder, entre dimes y diretes esquizofrénicos, condiciones alienantes, gritos que ensordecen, índices en actitud entre acusadora y desafiante, malos entendidos entre personas que están contiguas, soledades compartidas en el vacío, y cuantas más de otras tantas maneras de ………..comunicación !!!!!??????
Yo que no tengo un vos para intercambio.
Vos que no tenés un nosotros para compartir.
Nos otros inmersos libremente en esta locura cuerda (¿?). Y a los insanos se los encierra para evitar contagios (¿?)!!!!!!
Bien nos vendría hacernos transfundir un poco de esa coherencia ante el desquicio, frente a tanta hipocresía.
Qué hago? Quién soy?
Qué siento?
A quién me dirijo?
Quién me acaricia?
A quién beso?
A quién le importo?
Es que hay alguien ahí, de ése, tu lado, que le interese?
Esto es comunicación.
Este artilugio lo es.
Por qué tanto deseo de poder?
Para apoderarse de quienes más? Qué más objetos?
Qué otras cosas se necesitan ante tanto barullo?
Quién o quienes saldrán a defenderlo, cuando ese índice inquisidor tenga que detener a tantos alienados descontrolados?
Y sigo en ese andar a trotecito lento pensándome y sintiéndome.
Cómo voy a detener mi dolor solitario que inoculo a cada momento o al que disfrazo también todo el tiempo?
Esta catarata de sensaciones desborda mis diques lagrimales, con Frank Sinatra antes y con Julio Sosa ahora.
Mi Piazzola interno ve rodar mi tristeza por Callao sin posibilidad de detenerla, con un desasosiego pessoano con el que me identifico casi a diario, y este ser o no ser shakespeariano que desespera mis fribras!!! Qué se hace con todo esto?
Melodía a tango nostalgioso con el que me acurruco y bailo sobre las calles sucias de mi Buenos Aires estéril y yerma!
Duele mi garganta con arena goyenecheana, por tanto dolor enluteciente por quimeras juveniles que gritaron por un mundo diferente.
Qué hago?
Quién soy?
Hacia donde voy?
Me importas! Te importo?
Hay tantas cosas que a mí me importan!!! Y que no puedo resolver sola!!!!
Un vos a quien importar!!!!
Porque yo te traigo de fuera de mi y te hago mío, sin ataduras, sin grilletes.
Es la libertad de a dos.
Sola vivo en una prisión!!!

martes, 11 de marzo de 2008

Feliz cumpleaños, papi!!!!

- El "Hernandarias", tu barco, tu casa, tu vida -
Un 11 de marzo, allá lejos y hace tiempo, nacía una persona más que importante para mi.
Mi viejo querido. A vos en mi recuerdo, con amor.

Marino de agua dulce

Solitario y tenaz en tu rumbo.
Aguas marrones, olor a selva y petróleo.
Puertos lejanos pero tan conocidos como el curso que seguías.
Personas que te acompañaban. Conocías y te conocían más que tu familia.
Eras pez en el agua.
Humo, alcohol, mate, mapas y soledad.
Encauzando buques a lugares de embarque.
Llamadas por radio, en las cuales el “cambio” era la consigna para que desde el otro lado pudieran empezar a comunicarse.
Siempre tan lejos, tan solo en tu camarote.
Siempre tan lejos y solas en nuestra, tu casa.
Humo y alcohol para acortar las veladas.
Mate y mapas para acortar los recorridos.
Todo acortándolo todo.
Tu vida, tu presencia entre nosotras.
Tus largas travesías, tus cortas estadías.
Tus grandes esfuerzos para el bienestar de..............
Tus grandes sacrificios para que todo se acortara: tu vida, nuestras necesidades económicas, tu ser papá conmigo.
Tu uniforme gris plomizo, que guapo se te veía!
Tu gran sonrisa cuando partías. Tanto cuando zarpabas del muelle como cuando nos dejabas.
¿Qué pasaría en los momentos del medio?
Humo, alcohol, mate y mapas.
Marino de aguas dulces que se enfermaba con el sol del mar.
Hasta eso extrañabas! El sol del río era lo que te fortalecía.
Tu soledad, tu rumbo, tus aguas marrones con olor a selva y petróleo.
Dulces aguas de marino que separaron tu presencia de mi lado.
Cuando estuviste cerca, las muertes y las distancias acortaron tu vida.
Te fuiste entre el agua salada de tus pulmones y la bomba de tu sangre interior que no quiso soportar más.
No pudimos ser el muelle donde anclar tus ganas.
Una noche de invierno, entre las nieblas de la ciudad dejaste volar tu alma que fue en busca de un camino de sombras y bruma para nunca más regresar.
Te sigo extrañando, mi viejo querido.
Tu humo y tu cortado en mi casa.
Tu olor especial, tu reloj de bolsillo y tantas otras cosas que están siempre a mi lado, y dentro de mí.
La vida te trató mal.
Te cansaste.
Fuiste a tu puerto, te despediste, subiste a tu buque,
.......... y nunca más volviste.

domingo, 9 de marzo de 2008

Llora mi país!

Marzo!!!!!

Pasan y pasan los días corriendo una maratón sin límite.
Y en el entre nuestro, la rutina diluye el placer de la vida.
Estamos nadando en el medio de un fluido acuoso que nos hace flotar y otro aceitoso que nos quita oxígeno.
Preparamos un proyecto compartido que suena lindo, en el que hay que creer, y que nos permitiría un gran cambio. Pero ........
Así nos hemos vuelto, descreídos, antes de empezar cualquier cosa.
Sabemos de nuestros potenciales, pero también conocemos las patas gigantes de los Gulliver en el país de los enanos.
La demanda es una constante. Y la solución se inventa a la ligera, como para quitarse de encima la responsabilidad.
Y todo vuelve a empezar.
Ahora con gritos y exigencias que nadie va a escuchar y menos aún resolver.
Es entonces cuando surgen los cacerolazos, que aturden a los instrumentistas; se queman neumáticos que asfixian a los que los encienden.
Y ni que hablar de los piquetes que cansan a los que están a favor, y desgastan la energía de la esperanza de un pueblo en llamas.
El orden, la moral, la ética, las buenas costumbres, sólo figuran escritas en viejos diccionarios que nadie consulta.
Palabras obsoletas que ya no tienen ni sentido, ni sinónimos.
Vuelan y bailan sus antónimos gracias a las urnas repletas con votos de ciudadanos que desconocen sus derechos.
Todos los días un poco más de este caos, como si el anterior no hubiese sido suficiente.
Están probando la resistencia; y como el pueblo está vacunado contra la esperanza y el porvenir, cada uno intenta salvarse como puede.
Si llueve y hay un tornado, cada quien se conforma con lo menos malo para sí.
Si está inundado no importa, la cosa es que se tenga luz.
Si el agua impide llegar a casa, sólo sirve que al auto no se le acabe la nafta para llegar.
Si entra un tsunami en casa, se espera que defensa civil esté pronta a socorrer, para después volver a pedir se la reconstruya en el mismo lugar, donde tantas veces la corriente se llevó todo.
Ciudadanos vacunados contra la indignación y el derecho a exigir redes pluviales de excelencia (para eso se pagan los impuestos), y arroyos libres de basura y remodelados acorde a la época, luego de casi cien años de su construcción.
Importa solo el pellejo propio.
La comunidad, el otro no existe.
Solo cuando alguien se sienta en nuestro camino a orinar su pobreza y a mostrar su mendicidad, ahí no hay forma de no verlo.
Nos molesta, nos trae mal olor, nos contagia su impotencia.
Solamente en ese momento.
Cuando se logra hacerlo cambiar de vereda, ya está. Ahora le toca a otro.
Pero es el mismo mendigo, sucio y sin derechos que llevamos dentro de cada uno de nosotros imposible de hacer desaparecer.
Qué tal si despertamos?

sábado, 1 de marzo de 2008

Tengo frío!

Aromas

Hay aroma a Madrid.
Día soleado, tibio, de este otoño que no termina de afincarse.
Está como yo. Aquí, allá.
Un pedacito en todos lados.
Debo dejarme de joder.
Así no se puede seguir.
Debo decidir que hacer conmigo.
Es que me llevo para todas partes sin estar realmente en ninguna.
Sólo cuando me siento necesitada, es ahí cuando estoy conmigo, sin darme cuenta de nada.
Esta relación entre mis yo, son francamente caóticas.
Tengo......., sí, tengo soledad.
El teléfono no suena. El silencio sólo se disipa gracias a las voces que desprende el televisor o la música que regala mi equipo.
Tonos asimétricos, fríos, que arropan mis días lúgubres.
Hay aroma a Madrid, aunque desde allí tampoco partan mimos.
Quedé atrapada en una malla que ahoga, que aísla.
Mis brazos se abren, pero no hay quien los reciba.
Mi mente las nombran, pero no hay quienes escuchen.
Sus vidas son suyas.
Mi vida está ahí, a media agua entre las de mis amores y la nada.
Hay que seguir.
Hay aroma a Madrid. Yo huelo así.
Me deleité y sufrí este fin de semana.
Vi Martín (H) y me encontré en La Vaca Argentina, y con Roma subí a un tren en Atocha.
Qué cosa, no?
Devenir pertenece a la geografía, son orientaciones, direcciones. Entradas y salidas.
Hacia donde quiero ir?
Devenir mujer sola?
Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Volare ....oh oh!!!!!

Ilusión

Me voy de viaje.
Viajo en silencio, en un mundo paralelo.
Nadie lo sabe. No hay quien se dé cuenta.
Es que todavía pueden verme, tocarme, oler mi perfume.
Escuchan mi voz, la que se exhala en esta dimensión.
Pero casi no estoy.
Monto una hermosa alfombra mágica, más moderna y aggiornada que las de Las mil y una noches.
Con ella puedo ir a todos lados.
Volar hacia donde quiero sin trámites, sin pasaportes, sin dinero, sin demora.
Y como si eso fuera poco, soy invisible, ni siquiera ocupo gran espacio.
El cubículo de una silla, la comodidad de un sillón acogedor, o la inmensidad absoluta de un colchón dos plazas.
La maravilla de esta manera de viajar permite sentirme amada por el hombre que amo, reconocida en cualquier ambiente que frecuente, admirada, si voy ilusionada.
Cuando me acompaña la melancolía, llego hasta el abandono y la orfandad.
Desde Premio Nobel a una total desconocida.
Desde la ovación mundial a la desaparición.
Es un tema este entrecruzamiento, cruel entramado volátil.
De poder a casi no saber.
De verme reflejada en una imagen especular, a no encontrar nada que devuelva ese vidrio plateado y brilloso frente a mí.
Quien sabe, quizás en esos días en los que el sin sentido gobierna mis sentidos, también en esos momentos esté de viaje.
Música y silencio.
Caos y vació.
Borde y centro.
Todo y mucho menos.
Cuando la mente vuela nada más hace falta.
La imaginación creadora de las más bellas fantasías, toca la puerta de lo posible.
Aunque también despierta las pesadillas más terroríficas.
Todo depende del lado de la moneda en que me toque vibrar.
El derrotero que mi mano sigue sobre este mágico espacio de papel, es otra forma de transcurrir, en vuelo iluminado.

domingo, 17 de febrero de 2008

El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos

El reloj

La fantasía del universo es el equilibrio.
Esa armonía imposible de alcanzar.
La utopía que parece estar tan al alcance de la mano y que cuando es casi tangible se deshace como pompas de jabón.
Desarma en millones de imperceptibles colores el contraste entre lo posible intangible y lo alienable deseable.
Y es aquí en donde me hallo. Pero del lado de adentro, como en una burbuja.
Da vueltas y vueltas.
Me marea y confunde. Sube rauda empujada por una ráfaga fría y allí permanece frisando hasta las voluntades.
De pronto, un soplo cálido derrite la coraza, aliviana la envoltura, y de nuevo a rodar grácil y gentil, pero en caída libre.
Si antes el cielo era su meta, ahora el piso es el límite.
De cualquier modo sigo la inercia. Me pego a sus paredes intentando amortiguar el golpe.
En ese transcurrir alocado miro a mi alrededor.
Y en ese espacio infinito, veo otros al igual que yo tratando de resistir las inclemencias del tiempo.
Es imposible. Así como las hojas cambian de color, se caen, así también me despellejo. Mis cabellos encanecen, mi piel se marchita y se mancha, mis ojos declinan su visión.
Comienzo a atravesar el agujero de ese gran reloj de arena que es la vida.
Dejo atrás la juventud, las ganas, la valentía, esa osadía que creía mía y de nadie más.
Es tiempo de otros.
Ese tiempo escurridizo y volátil que no le pertenece a ninguno en especial, pero que es de todos.
Ese tiempo compartido invisible, invalorable hasta que nos deja y acaricia a otros.
Hecho una ojeada al camino que transité.
Hay lugares que me gustaría volver a pisar, situaciones algunas a modificar, momentos todos a paladear.
Regresar para asirme de encuentros placenteros que se atesoren en mi humor.
Esa reserva agotable que se deteriora . . . . . . . como el resto de mí.

Recordando unas .....

......... añoradas vacaciones

Creo que es 30. Si, es 30.
Ayer se ofertaban los ñoquis del 29 en los resto de la villa.
Estoy acogedoramente sentada dentro de un parador escuchando Enya mirando el mar, en compañía de un libro elegido.
Hay un collie sentado en la escalera, esperando que su dueño salga de tomar su desayuno y vuelva a buscarlo.
Me recuerda a Loli, mi Loli, esa gata preciosa, compañera inseparable de mi vida en la urbe porteña.
Saboreo mi cortado doble, y este calorcito artificial que regala una salamandra a leña.
Allí afuera hace fresco, bastante. Un semisoleado día casi otoñal de mediados de primavera.
Hasta el clima viene cambiando.
Ayer fue a despedirme en Retiro mi vieja. Que bien que me hizo! A ella también, creo.
Es como si me hubiera hecho upa para que pudiera hacer el provechito luego de una deliciosa comida de bebé.
Garota de Ipanema, saxo, y baterias suaves. Cuanto placer.
Desde Buenos Aires recibo mensajitos en mi celular que no pude dejar.
De allí y de aquí, van y vienen, manteniéndonos comunicados, vinculados.
De aquí para alla y de regreso, el ida y vuelta de unos afectos hechos de verdad.
No estoy sola, en mi cabeza, en mi alma, se encuentran todos ellos, mi familia, mis amigos.
Que bueno es tenerlos!!!!

lunes, 11 de febrero de 2008

Ciento ochenta y nueve días

Capitulo Uno

Sigo en mi pequeño bergantín rumbo al Norte, NE para ser más precisa.
Hace escasamente dos semanas que zarpé del puerto de origen.
Según los cálculos, entre longitudes y latitudes, meridianos y paralelos, tengo ciento ochenta y nueve días de navegación sobre un lecho marino, que a esta altura ya se transformó en un gigantesco océano viviente, por momentos calmo y cálido y por momentos tempestuoso y huracanado.
Estoy rehaciendo el camino de vuelta de mis antepasados.
Mis abuelos y mi madre, sí que saben de largos viajes.
Voy lentamente y sin apuros.
Sin agobiar a las velas para evitar que se rompan. Y sin recargar la fuerza del motor, para impedir que se recaliente o se funda.
Es el tiempo que se necesita para arribar tomando todos los recaudos.
Es una hermosa aventura, un tanto solitaria, mas su presencia en mi corazón y mi alma, la torna maravillosamente fantástica.
Estoy aprendiendo a pescar.
Llevo suficientes provisiones para todo el trayecto, con lo cual no debería preocuparme por ese punto. Pero ya que el tiempo parece estancarse en cada minuto, eso de tirar una línea y esperar que algo pique, hace más llevaderas las horas de silencio y soledad.
El anzuelo a veces se hace de peces gigantescos, que atemorizan y paralizan. Lucho contra ellos, les hago frente y huyen raudamente.
La mayor parte del tiempo son pequeños ejemplares que devuelvo al agua. Con ellos comparto la libertad y la alegría.
Algunos delfines parecen haberse hecho amigos. Será de tanto hablarles en voz alta, como charlando con alguien. Saltan, juegan, danzan, se esconden bajo el casco, lo rozan haciéndole cosquillas y luego emergen como tromba, saludándome con sus chillidos.
Cuando me atrevo a zambullirme en este formidable fluido salino me rodean, y hasta hubo veces que me animaron a tomarme de alguna de sus aletas, con lo cual me enseñaron la inmensidad de sus vidas.
Esto es increíble.
Todavía no tomé ninguno de la parva de libros que muy especialmente elegí para esta odisea.
Al que nunca abandono es a mi cuaderno de turno, que voy renovando a medida que en sus hojas ya no queda más lugar ni para una coma. Tampoco se separa de mí una de las ni sé cuantas biromes, que escribe, letra por letra, el espectáculo de este horizonte maravilloso, mis sentires, mis pensares, mis emociones.
Este proyecto fantaseado durante años, llegó para hacerse realidad, y quiero registrar todo, para cuando estén los nietos, poder contarles y leerles, como en un cuento, esta experiencia que estoy disfrutando día tras día.

sábado, 9 de febrero de 2008

Para verte mejor!!!

Mujeres

Día para la frivolidad.
Peluquería. Lugar de perfumes, colores.
Temperatura ambiental acorde.
Lugar de sonidos y allá lejos una música casi inaudible. Voces al unísono y secadores de cabello, y pisadas descalzas.
Lugar de encuentro con el verse mejor, en donde luces y espejos iluminan los perfiles aún mejores de nuestra esencia.
Lugar de descanso, en donde sentirse mimada, de relax.
Sin apuros, sin tiempos, como detenidas en la necesidad de sentirnos humanas.
Lugar de voces roncas también.
Ellos que comprenden como quisiéramos vernos.
Ruidos metálicos de tijeras juguetonas que bailan al ritmo de la época.
Máquinas hacedoras de café, té, capuchino.
Mujeres poniéndose al día con esas revistas cholulas que sólo aquí quiero leer.
Olor también a café, aroma que acaba de pasar delante de mis narices incitándome los sentidos.
Cabezas distintas. Cortes parecidos.
Peinados clonados. Cerebros mutilados por el alarido de la moda.
Se tejen extensiones, se pegan mechones.
Que locas estamos, .... o no?

Infancia lejana

Calorcito

Estamos en pleno abril. El día 7 para ser más exactos.
Mañana cálida, agradable.
A través de las ramas de los altos árboles, se ven pasar rayos del sol que todavía intenta quedarse afincado como en pleno verano.
Parece que esa estación no quiere irse, ya que teóricamente debió partir a otros rumbos, allá por el 21 de marzo.
Le cuesta despedirse.
Esta como yo, como para no entenderla!
A mí que tanto me cuestan los cambios, los adioses.
Pero además de este calorcito, hay olor a pan recién horneado.
Recuerdo mi niñez, tomada de la mano de mi mami, a la salida del colegio, ahí en Constitución.
Y de regreso a casa entrando en esa panadería.
Su aroma invadía toda la zona y yo me dejaba flotar por sobre su masa esponjosa y sabrosa que iba deleitando como exquisito perfume francés.

Qué año, .... no?

30-12-2002

Ya fin de otro año.
Balances, no sé si podría hacerlos ahora.
Tal vez en un par de años o más, pueda saber como fue este año capicúa.
Espero que no vuelvan a repetirse en mí tantas sensaciones para nada placenteras, esas que uno sólo puede definir por habitarlas, pero sin poder reducirlas en palabras.
Si quisiera repasar lo que me ha transcurrido, todo comenzaría a borrarse.
Una neblina húmeda y pegajosa enluta mis ojos. A través de ellos es por donde el alma se ve.
Y la mirada dice tantas cosas!
Basta detenerse un instante en ése, el que está de frente o al lado, ese otro que vive sus propias vivencias. Desde el gris casi negro sentir colectivo, que por primera vez compartimos todos, y creo sin excepción.
Cada uno es artífice de su propio destino, así dicen, no?
Pero la pucha, cuanto nos equivocamos en esto de elegir el camino mejor.
Los argentinos estamos dibujados en carbonilla negra y pegajosa, que mancha todo.
Hasta nuestras ropas están así.
No hay colores.
Bien uno podría pensar que este invierno largo ya pasará.
El tema es que las puertas de salida también están desdibujadas entre tanto gris.
No se puede encontrar ni siquiera el mirador por donde pispiar el futuro.
La bronca se transformó en costumbre y la costumbre en hastío.
Sin sentidos en todos y en cada cosa que se palpa.
Cerca, siempre cerca. Como si la distancia se perdiera de vista.
No hay distancia. No hay mañana.
Hasta el cielo se ha mimetizado, aunque por momentos un halo amarillento da un poco de calor y un celeste tétrico mira sin entender.
En una misma tela mezcla caótica y loca, carbonilla y perplejidad.
Bizarro entendible sólo aquí.
Desde otros lugares, no se comprende. Hay que seguir estando cerca para no perderse.
Evitar darse cuenta que nos han violado, nos dejamos robar y no hicimos nada. La dignidad se entregó como moneda corriente que no vale ni lo que pesa.
El tedio se mezcla, se marea, se entromete, se anida, nos mata.
Y el hoy, que es como tantos ayeres desaparecidos, enterrados en una fosa común, se pinta de igual manera.
Que horror.
Así fue este año.
No me acuerdo como podría haber sido mejor.

domingo, 3 de febrero de 2008

Metamorfosis

Llego polvo a la noche
Descanso en mis cenizas
Rearmo mis ganas
Soy un ave al otro día

Sobre la baldosa

Escribe....

...... y escribe.
Como si eso de desarmar lágrimas y armarlas en palabras entintadas pudiera sacarla de ese lugar.
Está caminando, en realidad, dando pasos sobre una misma baldosa.
Ese cuadrado cúbico que la encuadra y ahoga.
No se atreve a adelantar un pie y luego el otro. Siente pánico de caerse desde su altura en ese minúsculo lugar.
Y a pesar de este espacio mínimo y fijo, todo se tambalea.
Parece estática. El espejo refleja su parálisis.
Solo ella percibe su interior enloquecido, vertiginosa y dolorosamente ausente de color y calor.
Y desde ahí adentro, sus ojos y su mirada observan perplejos el protagonismo de hasta el aire que respira, y el de esa baldosa en donde está suspendida.
Hasta los colectivos parecen tener vida propia.
Los murmullos que dibujan la música que sopla la radio, las risas que se dibujan en otras caras, su birome que pinta sin sentidos, los sentidos vividos de los otros.
Esos ladrillos que la enfrentan agitan su color, la sopapean para ver si despierta.
Sólo sabe que no está dormida.
Hace lo que no debe, pero es lo único que puede.
Escucha gritos desde muy lejos. Son esos pensamientos embarullados que lastiman la piel, y sus entrañas.
Continente contenido, desarmado, apachurrado por esa tristeza fría, mortal.
A veces se pregunta los motivos.
Reales motivos que habitan palacios ilusorios?
Crueles motivos por falta de incentivos?
Quisiera salir de allí, tener el valor para enfrentarse con lo inevitable.
Ya nada será igual.
Ni ella, ni yo, ni vos, ni ellos, ni los otros.
Todos hemos cambiado.
Sólo es que se resiste.
Y ahi está, en esa cuadrada pequeña baldosa, quieta, dura e inerte, que trata de escupirla hacia otros horizontes.

sábado, 2 de febrero de 2008

Albert Einstein y algunas de sus frases


Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La Paz.


La vida es muy peligrosa, no sólo por las personas que hacen el mal, sino y sobre todo, por las que se sientan a ver lo que pasa.



Si tu intención es descubrir la verdad, hazlo con sencillez, la elegancia déjasela al sastre.


Todo lo que es realmente grande e inspirador es creado por el individuo que puede trabajar en libertad.


Uno debería guardarse contra aquellos que sermonean habitualmente a los jóvenes con la importancia del éxito como principal propósito en la vida. El estímulo más importante para el trabajo, en la escuela y en la vida, es el placer de trabajar, el placer de sus resultados, y el conocimiento del valor del resultado para la comunidad.


Dar el ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera.

miércoles, 30 de enero de 2008

Cuerpos en acción

Vínculos

Resonar. Caldear.
Entibiar. Agobiar. Confiar.
Velocidad de acontecimientos.
Sazonar las emociones con los encuentros.
Te miro, te veo, me miras y me ves.
Te pido y me das.
Me pedís, te doy.
Sin palabras.
Con caras, con gestos, con miradas.
Cuerpos en vínculo. Vínculos corporales.
Con risas nerviosas que evitan el sonido del silencio.
Historias, cartografías tan dispares y unidas por el vértigo del lazo familiar o no. Es conectarse con otro tan distinto e igual.
Diferencias del contacto, semejanzas del abismo, vínculos, míos, tuyos, con los míos, con los ancestros.
Tan primitivos y elementales.
Tan indispensables como el aire.
Tan difíciles de entender como un argentino en Japón. Como yo con vos.
Solo se trata de vínculos, redes entre mas de uno, tejido de afectos, de experiencias, de éxitos y frustraciones.
Encrucijada de momentos compartidos retenidos mas allá de la memoria.
Inscriptos en el cuerpo, la mirada, la postura, la piel, los años y las distancias, lo cercano.
El tiempo lo modifica todo.
Mi recuerdo, tu percepción, la escenografía, la necesidad imperiosa de retener ese instante de una manera especial.
La perspectiva de un pequeño y dulce sueño enturbiado por lo que ahora ya no puede ser, melancolizado por lo inevitable.
Hay mucho por delante, o tal vez no tanto.
Pero no es suficiente.
Ni ahora, ni antes, ni mañana.
Insaciable emoción de que siempre es tarde. Nunca se llega.
Ya fue ese tiempo de soñar.
O acaso recién empieza.

lunes, 28 de enero de 2008

Te extraño, . . . . . sabías?

Desde el Sur, .........Un Cántico

Tu norte interno, lejano
Mi sur sobre oscuro río
Y el océano, cruel muro
Separa de la mía, tu mano.

Cuánto tiempo ha pasado!
Cuánto más deberá pasar?
Cuántos llantos desconsolados
Esta tierra yerma chupará?

Cierro los ojos, ... te veo
Inspiro profundo, ... te huelo
Busco en tu cuarto .....
y en silencio escucho
Tango con castañuelas
Flamenco con bandoneón

La Latina y el Cid Campeador
Villa Crespo y la Plaza Mayor
Mezclas en caos castellano
Fragancias en mi menor

No hay rojos, no hay blancos.
Solo niebla y oscuridad
Grito tu nombre a escondidas
No hay quien me pueda escuchar


sábado, 26 de enero de 2008

Te acordás hermano que tiempos aquellos?

Crónica del 27.7.2005 (noche psicodramática)

No recuerdo casi nada.
En mi mente solo aparecen flashes.
Me recubre el miedo. Estoy metida dentro de una placenta que adopta mi forma y me separa del mundo.
No sé como llegué allí.
Rasguño la frágil memoria, pero de ella no aparece nada.
Me detengo a pensar y a desandar los tiempos.
Fuimos a cenar juntos.
Carolina se despide de nosotros prometiendo que algún miércoles nos acompañará.
Bajamos por el ascensor.
Salimos del tercer piso.
Estamos en el salón, imaginando nuevas herramientas para trabajar en los próximos encuentros.
Multiplicaciones, una, otras, varias, angustia, dedo dolorido del César dolido, culpa, liberación.
Un salto hacia el inicio.
Voy y vuelvo de un momento a otro de la clase.
Remolinos de sensaciones.
Montaña rusa de una historia que quedó prendida por mucho tiempo.
Intensidad y potencia que no pudo ser desplegada del todo y que vuelve otra vez para anidarse entre nosotros. Para trazar nuevos mapas.
Hubo mucho cuerpo. Siempre está aunque no lo veamos, aunque no lo reconozcamos, como el sol en un día de lluvia.
Pero hoy se siente. Tiene peso.
La mente dejó en libertad a los gestos, los músculos, las articulaciones y habló a través de ellos.
Sigo enredada en ese torbellino de emociones que no necesita palabras.
Puentes palabras que racionalizan lo irracional, encontrándole explicaciones ilógicas a los lógicos estremecimientos que me embargan.
Hoy no quiero más letras apelmazadas unas tras otras que se metan en mi debe, achicando mi haber, destinándome al quiebre.
No quiero más los límites que crean fronteras que aprisionan.
Quiero ser libre y sin peros.
Poder decir lo que me fastidia sin el ritual negador que evite un fastidio.
Aprender a sacarme la armadura y dejar atrás el miedo al rechazo.
Lo que enferma no es sólo lo que no se dice, también es lo que no se muestra, lo que no se pide, lo que no se ama.
Es lo que se disfraza en palabras, y se grita en gestos.
Es la cara sonriente de un payaso con ira.

miércoles, 23 de enero de 2008

Maestros que curan .........

Gracias a los grandes pensadores, contemporáneos y antiguos, maestros actuales, y por sobre todo, a la dueña de casa por haber abierto sus puertas , entregando sus ganas, su tiempo y su pasión, la licenciada Lic. Silvia Schverdfinger.

Maestros que curan terapeutas que enseñan. Pacientes que aprenden o alumnos que se curan.

El grupo cura, como dice Tato.

Los invito a recorrer http://www.eipaso.com.ar y su eipaso.blogspot.com.

lunes, 21 de enero de 2008

Invierno

Octavo mes


Un nuevo mes que irrumpe y se impone en el calendario.
Cada minuto más cerca de un nuevo año.
Ya hace tantos, un día como el de hoy iniciaba una relación de pareja que sería con la que conformaría una familia. Casi veinte después, se desharía.
No sabe que tienen los agostos en su vida.
Luego de la separación, siempre fueron en agostos sus acoples a otros hombres, que pintaban serían los únicos y últimos.
Solo pintaron. El tiempo y sus vendavales actuaron como lejía aclarando las tintas hasta hacerlos desaparecer, llevándose los colores de la pasión, el amor, la confianza, la fe.
Comienza otro más ahora y como en tantos otros, de la mano de la soledad.
Es que siempre esta dispuesta, ahí, a ofrecerle compañía.
Es como si fuera Dios. Está en todos lados y a toda hora, con los brazos abiertos esperándola.
Recapacitando un poco, es Lucifer, se convence. Habita los avernos y se ríe a carcajadas con cada uno de los humanos.
El estar solo no es malo, piensa.
La soledad es lo que enferma. Su silencio es aterrador.
Siente la cabeza llena de ruidos, de fantasmas, de gritos desgarrados de los otros que la habitan.
Otro octavo mes, que parece ser igual al de tantos. Otros tantos solos en esta vida que promete más de lo mismo.
Hay que seguir, se repite sin ganas.
El camino espejado es largo, por momentos se estrecha y contacta con esa realidad.
Otros, tan ancho que la agobia, la confunde, la marea. La encandila.
Hay tantas posibilidades!
Mas no se hace esperar. La encrucijada aparece y allí está nuevamente delante aguardando que llegue para fagocitarla.
Sigue gris como el día.
Abrumada por el sin sentido, fatigada de tanto cansancio.
Acurrucada en esa silla, apretujada de recuerdos, desolada de abandonos.
Tiene miedo.
Está triste.
Dolorida hasta las uñas.
Desgarrada y rearmada como un puzzle inestable, rompecabezas con cientos de millones de piezas minúsculas, descoloridas.
Canosas.

domingo, 20 de enero de 2008

. . . . . . .

Casi....



Estoy tan cerca
Ya casi llego
La luz del faro
Guía el sendero

Y allí a lo lejos
Casi te veo
Ya falta poco
Pronto te beso

Sigo despacio
Casi te huelo
Oigo murmullos
Tiemblo de miedo

Estoy tan cerca
Ya casi llego
La luz del faro
Guía el sendero

La luz se apaga
Casi no veo
Siento en las sombras
El frío del hielo

Estás tan lejos
Casi te tengo
Aúllo en el aire
Tus mimos ajenos

Estoy tan cerca
Ya casi llego
Sin luz....., el faro
Borró el sendero

Siguiendo con .....

El vuelo

Hombre, porque eso debió haber sido alguna vez.
Abandonado, porque el hecho de estar en una cama dentro de una casa que en su fachada dice cuidar, no lo transforma en otra cosa.
Maloliente, porque entre todos permitieron que él perdiese su dignidad.
Herido de muerte, porque en esa misma casa, en ese mismo abandono y entre esas sábanas húmedas y arrugadas lo han arropado el olvido y el desamparo.
Ojos que lo miran sin poder creer lo que están viendo.
Otros que ven sin mirar.
Caras azoradas unas, y otras de poker.
Fuimos tres a trabajar para que ése, que alguna vez fue un ser humano, recuperase el bien perdido, si es que ya no era demasiado tarde.
Brazos y piernas lívidos.
Piel transparente y fría que solo sirve para alfombrar huesos.
Cuerpo adelgazado y maltratado a la espera pronta de un final sin regreso.
Cicatrices dérmicas de las que emanan lavas pegajosas y sanguíneas. Betún del descuido y del a quien le importa.
Exhala agonía, late fuerza.
No se entrega, da pelea.
Y aliados a su lucha, abrimos canales para humedecer su alma seca.
Oxigenamos su lecho para que su torrente fuera intenso.
Su latido desbordado añora otros ayeres, tal vez los besos de un primer amor.
O quizás es solo angustia?
Por momentos una angustia que lo abate a él, a mí, a todos?
Esa contagiosa y terrorífica que fibrila su motor y sus posibilidades.
Chocamos contra su descontrol y tranquilizamos su carrera.
Respira aliviado.
Me mira sin verme, sus cristalinos opacos y esmerilados no pueden hacer otra cosa.
Nos relajamos un poco, no hay mucho mas por hacer.
Me siento a su lado, observo el paisaje. Cables, máquinas, tubos, entrando y saliendo, conectando y desconectándose, espectáculo macabro de una película de terror.
Me pregunto que hago, entre el horror y la respuesta.
Me susurra al oído quiero un poco más.
Aprontamos todo. Su cuerpo tibio y casi etéreo pasa de la cama a la camilla y a él le siguen los tubos, los cables, las máquinas.
De esa casa desprotectora fría e inerte a una cabina blanca, cuadrada, agobiante.
Dentro de ella y a toda velocidad partimos abriendo caminos con el ulular de una sirena acortando tiempos.
Llegamos y allí están en guardia y en alerta varios colegas que al ver su cuerpo dicen: ...... está muerto.
Todavía no. Su magma sigue produciendo descargas.
Y de nuevo a moverlo, cuerpo ya vencido, de la camilla a la cama de ese viejo hospital.
De nuestras conexiones a las suyas, y de nuestro esfuerzo hasta el final.
Me siento aliviada. Creí entender que no quería dejarse humillar sin pelear.
Y eso hizo.
Una mosca gigante se posa donde hace minutos él ha estado.
Nos miramos horrorizados. La espantamos. La matamos?
Entendimos el mensaje.Él también emprendió el vuelo desde el borde del abismo a la tierra del nunca jamás

Contrastes

Abasto


Otro lunes en el Abasto.
Este barrio extraño, entre turistas y arrabal.
Entre dólares y dolores humanos.
Entre soberbias y limosnas.
Entre limusinas y corrupción.
Olores varios, a basura, a droga y a prostitución, a humanos sucios y abandonados, a finos perfumes de importada procedencia.
Casas bajas, conventillos lúgubres y oscuros, en donde se mezcla alcohol, desamparo y hacinamiento. Torres altas cinco estrellas que hospedan humanos con raros idiomas.
Chicos pobres de alma y de neuronas, vagando por sus callejuelas cortadas, o peloteando entre la calle y la vereda, sin poder ver el peligro de los autos que por allí circulan a velocidad del ya extinto Concorde.
Barrio de Gardel y su música, de un mercado viejo transformado en shopping nuevo. De indigencia visible durmiendo en colchones roídos que alfombran los portales de la desidia a la vista ciega del mundo.
Mi mente parece alucinar ante tanto contraste.
Caballeros arios transitando tranquilamente en compañía de sus caras maquinas fotográficas, y el mestizaje sudamericano, mal vestido y desgajado portando una botella de cerveza a la que desagota una tras otra sin limite, hasta que el cuerpo aguante.
Barrio donde también caminan los vecinos con sus changos, vacíos de alimentos, repletos de impotencia.
Perros camuflados, marchando al compás de sus dueños. No se sabe quien es quien.
El que ladra y el que habla portan la misma mirada, exhalan el mismo aire, marchan al mismo ritmo.
Descontrol caótico y pacifico, casi adormecido.
Las fuerzas han sido extraídas de sus vidas, las energías quedaron en cada adoquín de estas calles.
El futuro se desdibuja en una palabra que solo se entiende en otros universos.
Los sueños son aquellos que se viven cuando se duerme.
Las posibilidades son las que se manejan minuto tras minuto.
No hay mañanas, ni pasados.
Solo el ahora si hay suerte.

miércoles, 16 de enero de 2008

Vivir, transitar, devenir

Faltan?

Me faltan palabras.
El verbo sagrado para salir de esta prisión de letras que arrincona conocimientos, decires, emociones.
Como me gustaría ampliar este vocabulario nuestro, tan chato, y falto de voluntad.
Es como que uno osmoticamente se equilibrara con la insensatez simbiotizante de la mediocridad.
Verbo, letra, palabra, oración sentida con sentidos permeables y hambrientos de saber.
Cuanta locura inmersa en la idiotez de la barbarie y la incultura.
Es más sencillo domar a las fieras arrojándoles migajas de nada, antes que alimentar sus neuronas para hacerlas más fuertes, vigorosas y pensantes.
A quien le sirve que la masa piense?La masa es eso, un conjunto de algo pegoteado, malgastado, amorfo y desabrido, que se lleva, se saca y se pone de acuerdo a las necesidades de aquel que la fabrica. Pero cuando la masa se calienta, se hincha, se expande, se engloba y se quema; a veces explota.
Y un pueblo masa quemado es peligroso, tanto o más que un enfermo desquiciado alucinando.
Es como la lava volcánica en plena devastación. Es como el agua imparable de un dique que se fragmenta.
Ambas, lava y agua, se llevan puesto todo lo que esta a su alcance, y por delante.
Destruyen, devastan, matan.
A todos por igual, pobres, ricos, blancos y negros, niños y viejos. Laburantes y vagos. No distingue, no puede, la furia es mas fuerte.
La estética del paisaje se transforma en un paraje lunar, seco y árido, frío y desértico, .......... no muy diferente al de ahora.