sábado, 9 de febrero de 2008

Infancia lejana

Calorcito

Estamos en pleno abril. El día 7 para ser más exactos.
Mañana cálida, agradable.
A través de las ramas de los altos árboles, se ven pasar rayos del sol que todavía intenta quedarse afincado como en pleno verano.
Parece que esa estación no quiere irse, ya que teóricamente debió partir a otros rumbos, allá por el 21 de marzo.
Le cuesta despedirse.
Esta como yo, como para no entenderla!
A mí que tanto me cuestan los cambios, los adioses.
Pero además de este calorcito, hay olor a pan recién horneado.
Recuerdo mi niñez, tomada de la mano de mi mami, a la salida del colegio, ahí en Constitución.
Y de regreso a casa entrando en esa panadería.
Su aroma invadía toda la zona y yo me dejaba flotar por sobre su masa esponjosa y sabrosa que iba deleitando como exquisito perfume francés.

No hay comentarios: