lunes, 15 de noviembre de 2021

Ritual.

¿Qué tal?
¡Hace tanto que no te veo!
Pero te recuerdo muy seguido últimamente.
Eras un hombre alto. Muy bien parecido. De la vieja usanza. 
Elegante hasta para ir a comprar el pan o llevar a las chicas al colegio. Camisa de mangas largas y corbata para el otoño,
y de mangas cortas en verano. Pantalones oscuros y altos, con el infaltable cinturón a tono.
Una cuerda colgada al cuello perforaba una nuez moscada que según decías, ahuyentaba no sé qué fantasmas. Unos 
calcetines altos, los cortos no eran de tu estilo, y unos zapatos impecables que lustrabas con prolijidad antes de 
calzártelos.
Y ese gesto tan tuyo antes de abrir la puerta para salir. Cogías tu sombrero de copa ancha, negro o marrón, dependiendo.
Era todo un ritual. Tomarlo entre las manos, mirarlo bien, como si nunca lo hubieras visto. Llevártelo a la cabeza. Que 
encajara suave pero firme. Y con ese ademán tan tuyo de: ya está.
Me gustaría volver a vértelo poner. Pero te tengo en mi memoria.
Te extraño papi.

No hay comentarios: